Comentario
Entre los pueblos de Micronesia, como en tantos otros de muchos más lugares, la actividad económica está estrechamente relacionada con el medio físico y las relaciones sociales y de parentesco que rigen en cada grupo. Economía, parentesco, estratificación social y relaciones de poder son elementos interrelacionados. Así, a modo de ejemplo, la propiedad de la tierra guarda una relación directa con los sistemas de parentesco que regulan las vidas de las poblaciones.
Antes de estudiar las economías de los distintos pueblos de la Micronesia es preciso distinguir entre dos tipos de bienes. Por un lado están los bienes tangibles, es decir materiales, como la comida, la tierra o las canoas, estas últimas de gran importancia en un medio físico eminentemente acuático. Por otro están los bienes intangibles, también pertenecientes al ámbito de la economía, como las técnicas de navegación o el conocimiento de prácticas de curación.
Con respecto a la producción de los bienes, existen dos actividades básicas de subsistencia: la agricultura y la pesca. Los cultivos principales son algunas plantas con raíces comestibles y algunos árboles o arbustos. Las plantas más consumidas son la colocasia (una hortaliza, de la que se consume su raíz hervida y sus hojas), el camote (consumido especialmente en Yap, Phonpei y Marianas), y el ñame.
Entre los árboles y arbustos los más consumidos son el árbol del pan, la pandánea, el plátano y, especialmente, el cocotero. De este último se aprovecha prácticamente todo: troncos para la construcción de viviendas; palmas para tejer cestos, esteras, abanicos, faldas y techumbres; jugo para, una vez fermentado, elaborar tuba, una bebida alcohólica que se consume en Nauru, Gilbert y Marianas); fruto, cuyo consumo tierno se reserva para los niños de meses y que, una vez maduro, puede ser rallado o licuado para elaborar comida, o bien hervido, fabricando así aceite para usos rituales y medicinales, para alumbrar y para adornar el cabello y el cuerpo. La almendra seca de coco (copra) se trocea y se vende para la elaboración de jabón y productos industriales, lo que actualmente proporciona ingresos en metálico. Además, el coco tiene otros usos diversos. Sus cuencos vacíos son usados como recipientes, como instrumentos de percusión en bailes tradicionales (Marianas) y como vasos rituales (Phonpei). La gran flexibilidad del tronco y su resistencia a los tifones sirve a las poblaciones para medir la fuerza de las tormentas, pudiendo diferenciar entre tifones plataneros y tifones cocoteros.
Del árbol del pan se come el fruto asado, cocido con leche de coco o frito. Su fruto está sujeto a variaciones estacionales. Alimento básico, sirve para acompañar muchos platos. El tronco se usa para confeccionar canoas y viviendas.
El fruto de la pandánea se consume, crudo o cocido, en Gilbert y Marshall. Sus hojas se dejan ablandar y secar y sirven para elaborar cestos, esteras y techumbres. En el atolón de las Bikini se conocen hasta 60 especies de este árbol.
Los plátanos abundan en las islas elevadas tanto como en los atolones. Se trata de un alimento muy importante, especialmente en islas del norte de Marshall, Gilbert y Nauru. Según la clase y el tamaño de los frutos, se comen crudos, asados y cocidos en leche de coco.
Recientemente se ha producido la introducción de un alimento que ha pasado a desempeñar un papel esencial: el arroz. Se sabe, sin embargo, que en las Marianas ya se cultivaba en terrazas en el siglo XVI, por influencia filipina.
En los atolones, la escasez de árboles hacía que fueran aprovechados los troncos que arrastraba la marea hasta las costas para construir viviendas y canoas.
Las poblaciones de Micronesia cultivaban también productos estimulantes. El más importante es la areca. Ésta se puede mascar cuando está verde o bien maduro (Marianas), aunque en Yap y Belau se mezcla con cal, obtenida al quemar coral lentamente.
En Phonpei y Kosrae se bebe una bebida espesa de color rojizo que se obtiene de la planta sakau. Su ingestión produce un efecto narcótico suave y su elaboración y consumo se ven rodeados de un profuso ritual.
La pesca es una actividad más propia de las islas llanas, donde resulta más fácil. Los hombres pescan en alta mar sobre canoas, mientras que las mujeres pescan o recogen comida en la costa o los arrecifes. La pesca en alta mar puede realizarse mediante expediciones a arrecifes o islas coralinas en busca de tortugas y huevos de pájaros marinos. También se pesca el bonito.